No siempre somos conscientes de las diferencias culturales y eso puede repercutir negativamente en el éxito de un proyecto internacional. Incluso en el mundo globalizado, los comportamientos y prejuicios pueden ser un gran obstáculo si no se tienen en cuenta. Llevamos muchos años estudiando esas diferencias y hemos compartido nuestro conocimiento y experiencia en varias publicaciones. Durante los programas de formación de gestión intercultural para expatriados, colaboramos con las empresas que desean incorporar la dimensión cultural en sus estrategias.

En lo referente a asociaciones estratégicas, trabajamos con empresas latinoamericanas que buscan vincularse con posibles socios en Europa y con compañías europeas que desean contactarse con sus contrapartes en el hemisferio sur. La gestión intercultural es clave cuando el objetivo es construir relaciones duraderas, ya que ambas partes deben superar las diferencias culturales para trabajar conjuntamente. Entre otros, colaboramos con productores de América Latina para encontrar importadores o distribuidores en la región del Benelux.